Muchos sabran ya que los españoles nos caracterizamos por un carácter más bien pícaro, y hace un par de semanas hubiera dicho que eso es un simple producto del lazarillo de Tormes. Supongo que me equivocaba.
Fui a la consulta del médico y fuera había llovido a cántaros, había un montón de gente que esperaba de pie, una señora (con una pinta increíble de las ya conocidas "señoras que") se paró frente a un paragüero y preguntó si era de alguien.
Todos negamos porque no era de ninguno, y lo cogió. En ese momento salía del médico la propietaria del paragüas y le dijo con toda la educación del mundo: -Creo que se ha equivocado, se lleva mi paragüas.
La señora, sin cortarse un pelo le dijo: -Ah, como no estabas para decirme que era tuyo pues para mí, que llueve.
Contra todo pronóstico la susodicha se largó con el paragüas dejándonos sin entender nada. La dueña del paragüas la miró irse, supongo que no entendía muy bien lo que acababa de pasar.
Mi duda es, joder, ¿hay gente que tiene ese tipo de costumbres? Aun intento entender en qué pensaba la señora, supongo que era un claro problema físico; Más cara que espalda.
Lo cual me lleva a compartir con vosotros un vídeo del ya conocido Reno Renardo, que narra bastante bien este tipo de situaciones en las que nos quedamos quietos intentando entender a esas señoras.
0 comentarios:
Publicar un comentario
← Back to the blog?